Los árboles y los números son buenos aliados en las escuelas
Se ha demostrado que las áreas verdes ayudan no solo a embellecer las ciudades, sino también a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology y dirigido por la Universidad de Illinois, sugiere que plantar árboles y enverdecer los colegios beneficia el rendimiento de los alumnos, sobre todo en escuelas más desfavorecidas.
“El objetivo era ver si la relación entre el verde y el logro académico se aplica a las escuelas urbanas pobres, porque ahí es donde importa. Allí, los educadores y los responsables políticos están tratando desesperadamente de encontrar formas de ayudar a los niños a alcanzar su potencial y esta, definitivamente, se presenta como una”, dice Ming Kuo, académico que lideró el estudio.
La publicación investigó el vínculo entre la cantidad de áreas verdes y el logro académico en 318 escuelas primarias públicas de más bajos recursos en Chicago. Se identificaron las relaciones entre la cobertura de árboles y pastos y el rendimiento académico, usando como base los puntajes obtenidos en exámenes estandarizados para matemáticas y comprensión lectora.
Hojas y números
Los resultados del estudio mostraron que a mayor cantidad de árboles -más que de hierbas y arbustos- mejor era el rendimiento en lectura y matemática. Sin embargo, los grandes ganadores fueron los números, ya que el estudio mostró que el impacto de las áreas verdes era significativamente superior en el aprendizaje de matemáticas.
“El estudio entrega información sorprendente: que tal vez, el solo enverdecer con árboles el patio de la escuela podría potencialmente impactar en forma significativa el aprendizaje de las matemáticas y el éxito escolar de los niños a futuro. Y no se trata de llenar el patio de la escuela con árboles, sino simplemente hacer que los colegios de menos recursos tengan un aspecto similar al promedio de aquellos de mayores ingresos”, explica Kuo.
En agosto pasado, la Fundación Cosmos, que se encarga de desarrollar parques accesibles y abiertos a la comunidad, organizó un seminario sobre naturaleza y educación. Uno de sus objetivos fue conversar sobre la relación entre las áreas verdes y la enseñanza-aprendizaje, y el sistema de educación chileno.
“Convocamos muchísimo interés por parte de autoridades, así como de profesores, directores de colegios y la sociedad civil en general. Vimos que hay buena disposición para avanzar hacia la incorporación de la naturaleza en el aprendizaje, pero sabemos que ello requiere de un cambio de paradigma en educación. Más que un tema de financiamiento, aprendimos que una decisión de ese tipo tiene que ver con la convicción y disposición de las autoridades (públicas y privadas) del mundo de la educación”, cuenta Annelore Hoffens, directora de Comunicaciones de Fundación Cosmos.
La organización tiene experiencia en el tema. En 2017 diseñaron y construyeron un patio en el colegio PuenteMaipo (Fundación Educacional Nocedal), en Bajos de Mena, un sector de Puente Alto con alta vulnerabilidad social.
“Con plantas, maderas, arena, maicillo, decoramos un área que había sido un peladero, y los niños de inmediato reaccionaron de forma positiva”, dice Hoffens.
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