+Comunidad: trabajo en red para mejorar la educación escolar
Cambiar la forma en que se trabaja con y en las escuelas, construyendo una cultura de liderazgo para mejorar la educación que reciben los estudiantes. Esa es la misión del Centro de Liderazgo Educativo +Comunidad.
La iniciativa es liderada por la Universidad de Concepción (UdeC), a través de la Facultad de Educación, y su director ejecutivo es el académico Jorge Ulloa, y el decano Óscar Nail es el presidente del directorio del consorcio que también conforman las universidades de Atacama y Austral, junto a la Fundación Chile y la Fundación Educacional Seminarium. El 5 de noviembre, con una ceremonia virtual, se dio inicio formal a las actividades del proyecto adjudicado en el marco de la política pública de fortalecimiento del liderazgo escolar impulsada y financiada por el Ministerio de Educación (Mineduc), que trabajará durante 4 años en 48 escuelas entre las regiones de Atacama, Metropolitana, del Biobío y Los Ríos, abarcando el norte, centro y sur del país.
Redes colaborativas
La convicción es que el liderazgo incide en mejores índices de desempeño en todos los niveles de enseñanza. “Por ello, los mejores sistemas educativos del mundo han puesto energía en formar para el liderazgo y la política pública del Mineduc apunta en esa línea”, sostiene el doctor en Educación Óscar Nail, resaltando que “está comprobado que el motor del mejoramiento está en el liderazgo de los directivos y del cuerpo de profesores”.
De ahí que la misión de este Centro, que tiene a la academia representada por tres universidades regionales, trabajará para cimentar una cultura de liderazgo para apoyar la mejora escolar y, desde los resultados, incidir en las políticas públicas. Y lo harán mediante las líneas de formación innovadora; investigación y desarrollo; trabajo en torno a redes, complejidad y territorio; desarrollo de herramientas tecnológicas, y difusión y transferencia.
Por eso, el nombre +Comunidad no es eufemismo: define el espíritu del proyecto que “busca trabajar con las escuelas en red y colaborativamente”, precisa Nail; en comunidad y formando comunidad. La base será el vínculo, la integración y la co-construcción de soluciones. “El Centro será el ente especializado articulador, que ayudará a que el trabajo de las escuelas sea más efectivo y eficiente desde lo organizacional, pero la academia no irá a decir qué hacer”, sostiene, que es lo que tradicionalmente se hace. “Sabemos que los profesores tienen alto conocimiento, no vamos a enseñarles algo nuevo. Hay que empoderarlos, darles herramientas de liderazgo para que ese alto conocimiento movilice a la escuela para mejorar”.
Así, lo que +Comunidad hará es conocer a las comunidades educativas de los territorios, reunirse con ellos y reunirlos, acompañando en identificar y resolver problemas en conjunto para que quede fortalecido ese tejido comunitario y continúen trabajando. Jorge Ulloa especifica que “tenemos considerada la creación de microrredes de integración compuestas por profesores, directivos de colegios y representantes de los sostenedores. Y, esperamos que, al menos, tres colegios en cada comuna funcionen como red”.
Sobre esto, advierte que “creemos que, en general, los colegios han recibido mucho apoyo, pero están solos al buscar soluciones. En una comuna cada profesor resuelve el problema que tiene con sus alumnos, cada director enfrenta solo las dificultades en su colegio”, pudiendo ser similares en distintas escuelas, por lo que la clave es “provocar el trabajo de redes integradas”, afirma, en una comunidad compuesta por equipos de personas líderes.
Equipos de líderes y colaboración es la forma de avanzar dentro de la escuela
Romper el paradigma de ser expertos que llegan para decir qué hacer para mejorar, sino co-construir soluciones identifica al Centro de Liderazgo Educativo. Y marcar una diferencia es una necesidad.
“La capacitación clásica de ir a un colegio a enseñar o que sus docentes vayan a un lugar a estudiar, muchas veces descontextualizado de su realidad y de lo que necesitan, en Chile se ha evidenciado que tiene un impacto cercano a cero”, afirma Jorge Ulloa, director ejecutivo de +Comunidad y experto en Liderazgo Educativo. Además, el doctor en Educación asevera que “la evidencia científica muestra que, lo que hasta ahora ha sido un cliché, es que la colaboración genera efectos potentes en la escuela, más que el trabajo individual”. De ahí que el trabajo junto a las escuelas y entre estas sea pilar del proyecto.
Liderazgo distribuido
Trabajar como comunidad se cristaliza en el concepto de cultura de liderazgo. El doctor Óscar Nail, presidente del Directorio del Consorcio de +Comunidad, explica que no lo entienden como la función de un cargo y al líder como la persona que lo ejerce: creen en el liderazgo distribuido, equipos de personas líderes.
No es un individuo, director o profesor, esforzándose solo en pos de un objetivo y si después se retira de la escuela todo logro vuelve a cero. El plantel de una escuela y la red que distintos establecimientos conformen en un territorio hacen un esfuerzo mancomunado, avanzan por la misma senda, movilizados para influir en ellos mismos y en otros para mejorar la educación de los escolares, con distintas acciones pensadas y ejercidas en conjunto.
Enseñar con el ejemplo
Jorge Ulloa plantea que lo clave de trabajar con los adultos de las comunidades educativas es que al potenciar en ellos la colaboración, el liderazgo e innovar en la forma de hacer las cosas, enseñan con sus actos lo que se busca potenciar en niños, niñas y adolescentes. Trabajar en equipo, liderar, tener un pensamiento disruptivo, son parte de las “habilidades del futuro” que requieren las nuevas generaciones para desenvolverse en el mundo del mañana (que en realidad es hoy). Si los escolares ven a sus profesores haciendo lo que les dicen que es necesario que hagan, es más trascendente, afirma. El ejemplo, lo asegura la experiencia, es más impactante que las palabras.
Esto lleva a algo más allá y es que educar a los escolares dentro de una cultura de liderazgo puede ser formar a líderes del mañana que son líderes de sí mismos y de sus aprendizajes hoy. Asegura que es una de las claves para aprender algo significativo, que perdure y no se olvide tras la prueba. Pero, “aprender de manera profunda significa explorar los que nos interesa. Un golpe a la cátedra, porque hemos partido del supuesto, al enseñar, que a los alumnos les interesa el contenido entregado”, dice. No necesariamente es así.
Tener estudiantes motivados es tener líderes de sus propios aprendizajes y eso debe interpelar a transformar la manera en que suele educarse, la misma que hace un siglo o más. “Normalmente la educación y, particularmente, la enseñanza se da en contextos de relaciones de jerarquía, en que el profesor tiene el poder y le dice al estudiante lo que debe aprender o hacer, porque si no, tendrá una nota 1 o repetirá”, sostiene Ulloa, mientras que cree que grandes desafíos y oportunidades de avanzar son reconocer las conexiones de interés de los alumnos y, sobre todo, co-construir. “Por ejemplo, podría planificarse en conjunto: que el profesor proponga el tema y estudiantes la forma en que se entregue. Así, me motivo porque me interesa el tema y porque tengo la posibilidad de opinar; me hago parte, entonces, me hace más sentido”, reflexiona.
Así, podría haber muchas formas de “quebrar el esquema y asegurarse de que los estudiantes participen”, asevera y está convencido que proyectos como el que dirige son de ganancia enorme para la academia, ya que lo que como expertos vean y aprendan durante la experiencia, incluso si son objetivos no planteados, podría llevarse a la formación de quienes serán profesores en años venideros para que tengan mejores prácticas y, así, sean líderes de la mejor educación.