Autismo e inclusión escolar: un camino a medio andar
Isabel Zuñiga, directora de la Fundación Mis Talentos, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de más “escuelas inclusivas que acepten y se adecúen” a las necesidades de los niños con autismo. Esta es su columna publicada en el periódico El Dinamo.
Hoy (2 de abril) se celebra en todo el mundo el Día de la Concienciación del Autismo, condición neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y que afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende.
Según la Guía de Práctica Clínica para la detección del autismo (2011) elaborado por el Ministerio de Salud , se estima que en Chile hay 2.156 niños diagnosticados con Trastorno de Espectro Autista (TEA). Se lo llama “trastorno de espectro” porque diferentes personas con TEA pueden tener una gran variedad de síntomas distintos.
Si bien hoy la palabra inclusión está cada vez más presente en la agenda pública y pareciera ser una tendencia en alza, lo cierto es que hay muchos niños con autismo que son discriminados y excluidos del sistema de educación regular escolar. La falta de escuelas inclusivas que acepten y se adecúen a estos niños, son una realidad, sobre todo en el sistema de educación privado.
Sin embargo, y aunque el camino a la inclusión plena será un transitar largo, hay que destacar los avances que como país hemos tenido en materia de inclusión, impulsada por la Reforma Educacional. El primer paso que dio la Reforma fue cambiar lo que históricamente entendíamos por inclusión. Ya no se trata sólo de lograr que estudiantes de todas las condiciones socioeconómicas accedan a educación de calidad –relevante pero incompleta definición de inclusión–, sino de lograr que ninguna condición en los estudiantes se convierta en inequidad.
En este sentido, la Ley de inclusión señala que el sistema de admisión de estudiantes a educación regular deberá ser inclusivo y, para lograrlo, los colegios deberán utilizar admisión por sorteo.
Por su parte, la Ley de Carrera Docente incorpora dentro de las competencias necesarias en nuestros profesores, la atención a la diversidad en sus estudiantes integrándola en su formación inicial, en la formación continua que entrega el Ministerio de Educación y como especialización durante el desarrollo profesional de los docentes.
Por último, cabe destacar al Decreto 83, que incorpora la planificación diversificada en todos los establecimientos de educación escolar. En este contexto, se establece el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) una estrategia que responde a la diversidad en el aula, cuyo fin es maximizar las oportunidades de aprendizaje de todos los estudiantes, considerando la amplia gama de habilidades, estilos de aprendizaje y preferencias.
Sólo queda esperar que este largo camino ya iniciado, no quede a medio andar, sino instar a todos los actores políticos, a continuar en la senda de la inclusión, de manera que ningún niño, independiente de sus características personales, quede excluido de recibir una educación de calidad.
Fuente: El Dínamo