Consejos de la UNESCO para favorecer la educación inclusiva de migrantes y refugiados
Consejos de la UNESCO ::: Invertir en la educación de los migrantes y refugiados permitiría impulsar el desarrollo y crecimiento económico no solo de los países que los acogen, sino también de los de origen, asegura el último Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2019 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), presentado hace unos días.
El estudio, que este año se titula Migración, desplazamiento y educación: construyendo puentes, no barreras, destaca los logros y las deficiencias de los países para garantizar el derecho de los niños migrantes y refugiados a una educación de calidad, que además de servir a los intereses de los menores, también benefician a las comunidades en las que viven.
Asimismo, el documento desvela que, aunque el derecho de estos infantes a una educación de calidad se reconoce cada vez más en pactos internacionales y leyes, en la práctica no se lleva a cabo. Como evidencia de lo anterior, la UNESCO asegura que en la actualidad el número de niños migrantes y desplazados en edad escolar en todo el mundo ha aumentado un 26 % desde 2000 y podría llenar medio millón de aulas.
Durante la presentación del informe, la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, ha destacado la necesidad de que los gobiernos se impliquen en la educación de los migrantes y desplazados, ya que descuidarla significa desaprovechar un gran potencial humano.
“Cuando se le niega la educación a estas personas, todos perdemos. La educación es la clave de la inclusión y la cohesión. El aumento de la diversidad en el aula, aunque es un reto para los docentes, también puede mejorar el respeto por la diversidad y es una oportunidad para forjar comunidades más fuertes y resilientes”, ha indicado Azoulay, a través de un comunicado.
De acuerdo con el informe, en ocho de los diez principales países de acogida de refugiados, los sistemas educativos nacionales han avanzado en la inclusión de alumnado desplazado. Entre ellos figuran algunos de bajos ingresos, como Chad, Etiopía y Uganda, así como Canadá e Irlanda, líderes mundiales en la implementación de políticas de educación inclusiva para inmigrantes.
Integrar a estos colectivos en las mismas escuelas que las poblaciones de acogida es un punto de partida importante para desarrollar la cohesión social, explica el informe, pero el idioma y la manera en que se imparte la enseñanza, así como la discriminación, pueden alejar a estos grupos de la escuela. De ahí la necesidad de que los países trabajen para contrarrestar estas barreras.
Propuestas para facilitar la educación de migrantes y desplazados
El informe de la UNESCO también ofrece recomendaciones a los gobiernos para propiciar una educación inclusiva y de calidad para estos colectivos. Estas son…
1. Proteger el derecho a la educación de los migrantes y las personas desplazadas
La no discriminación en la educación está reconocida en las convenciones internacionales, apunta el informe. Es por ello que se deben prohibir en la legislación nacional de los países las barreras discriminatorias que evitan que los infantes puedan recibir educación, como la exigencia de certificados de nacimiento o de documentos que avalen su situación de residencia.
Asimismo, las autoridades nacionales deben organizar campañas de sensibilización para informar a las familias de los migrantes y desplazados acerca de sus derechos y los trámites de inscripción de las escuelas, recomienda el documento.
2. Incluir a los desplazados en los sistemas educativos nacionales
Esto implica no tratar a estos colectivos como poblaciones temporales o transitorias distintas de los nativos. Por ello, la UNESCO recomienda que los niños y niñas migrantes o refugiados permanezcan separados lo menos posible de sus compañeros del país de acogida. “Los gobiernos deben reducir al mínimo el tiempo que este alumnado pasa sin seguir los currículos nacionales o sin avanzar hacia certificaciones conocidas”, indica el informe.
Además, la UNESCO propone a los gobiernos que velen por que los sistemas educativos no orienten hacia canales separados al alumnado con resultados académicos más bajos, entre los cuales los migrantes son muy numerosos.
3. Comprender y planificar para cumplir con las necesidades educacionales de estos colectivos
Los países que reciben una gran afluencia de migrantes y refugiados deben recopilar datos específicos sobre estos en sistemas de información de gestión, para así poder planificar y presupuestar en consecuencia, propone la UNESCO. Proporcionar plazas escolares u oportunidades de trabajo a estos colectivos es solo el primer paso para la inclusión, señala el documento.
Por ejemplo, aquellos estudiantes que pasan a un nuevo idioma de enseñanza necesitan programas “puente” con maestros cualificados. Y para los que han tenido que interrumpir su educación, podrían beneficiarse de programas educativos acelerados que les permitan ponerse al día y volver a ingresar en la escuela en el nivel apropiado.
4. Preparar al profesorado para que pueda abordar la diversidad y la adversidad
Los docentes necesitan apoyo para convertirse en agentes de cambio en entornos escolares cada vez más marcados por la migración y los desplazamientos, apunta el informe. No obstante, los programas actuales de formación docente que abordan la migración suelen ser especiales y no están incluidos en el plan de estudios de la formación inicial de maestros y profesorado.
De hecho, el informe destaca que el 52 % de los maestros entrevistados en España, Francia, Irlanda, Italia, Letonia y el Reino Unido no se sentían adecuadamente apoyados por la administración escolar para manejar la diversidad. También menciona que en 2013, la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje de la OCDE indicaba que solo el 16 % de los docentes del primer ciclo de secundaria en 34 sistemas educativos habían emprendido actividades de formación multicultural o multilingüe el año anterior.
Por lo anterior, la UNESCO recomienda que los gobiernos inviertan en una formación inicial y permanente de los docentes que les ayude a adquirir competencias básicas y capacidad para gestionar entornos diversos, multilingües y multiculturales.
Por otro lado, los docentes que trabajan en contextos de desplazamiento también deben prepararse para atender las dificultades particulares que enfrentan los alumnos desplazados y sus padres, y entrar en contacto con sus comunidades. “Si bien los maestros no son consejeros de ayuda personal, se los puede formar para que reconozcan el estrés y el traumatismo y remitan a especialistas a las personas necesitadas”, indica el estudio.
5. Representar historias de migración y desplazamiento en la educación de forma realista para contrarrestar los prejuicios
Revisar los contenidos de la enseñanza y el modo en que se imparte, y adaptar los planes de estudio y los libros de texto para que reflejen la historia y la diversidad actual, constituye otra de las recomendaciones de la UNESCO respecto a la educación de los desplazados.
Además, resulta importante que todos los países cuenten con enfoques pedagógicos que promuevan la apertura a la multiculturalidad, fomenten los valores de convivencia, valoren los beneficios de la diversidad y contrarresten prejuicios xenófobos o racistas.
6. Sacar partido al potencial de los migrantes y las personas desplazadas
El informe explica que el nivel educativo de los migrantes y sus hijos suele ser inferior al de los del país de acogida, pero al mismo tiempo hay migrantes con competencias sobrecualificadas que no son reconocidas plenamente en los nuevos países en los que se instalan.
Por lo anterior, la UNESCO recomienda que los gobiernos establezcan unas normas comunes que respalden el reconocimiento de las cualificaciones a nivel mundial, así como mecanismos de garantía de calidad de las titulaciones y programas de intercambio académico. Para ello, exhorta que se lleven a término las negociaciones relativas al proyecto de Convenio mundial sobre el reconocimiento de cualificaciones en educación superior, para que este pueda ser aprobado en 2019.
7. Apoyar las necesidades educativas de estos colectivos en la ayuda humanitaria
Aunque la mayoría de los migrantes y refugiados suelen dirigirse a países “ricos”, 9 de cada 10 desplazados son acogidos por gobiernos de países con ingresos bajos o medios, por lo que se requiere de ayuda económica por parte de donantes internacionales para poder satisfacer sus necesidades educativas.
Para satisfacer las necesidades de educación de estos colectivos en los países con economías medias y pobres, la UNESCO asegura que se debería multiplicar por diez el porcentaje dedicado a la educación en la ayuda humanitaria.